Las cosas van masomenos así. Llegas, vestida de caleidoscopio, y me saludas. Claro que te recuerdo. Sonrío. Estás frente a mí y, en algún momento, la idea llega. Miento: con tu presencia llegó la estela de la posibilidad. Los minutos avanzaban y la estela se convirtió en un elefante rosado en medio de la sala gay (bien a tono el elefante).
Primera movida: te sientas cerca a mí.
Segunda movida: me cambio de sitio para favorecer la cercanía. Esto es como el ajedrez.
Continuo con la tercera: te hago reir.
Estoy de racha: en la cuarta tomo tu trago y noto cierto nerviosismo tuyo, cierta risa de lado, un leve desconcierto.
De pronto desempolvé mi capacidad de jugar al como si. Empecé a hablar en lenguas mientras otros eran testigos de semejante milagro. Pero tu tenías que adelantarte...
febrero 25, 2010
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
vaya...
Nada mas rico q el juego de seduccion! q rico mela! saber q le gustas a alguien ... avanzar, retroceder ... dejarse llevar o arrastras a alguien! wow q me quiero ir de ligue ya!
"la estela de la posibilidad..." me gusta la frase, lo ambigua que es...
Es bueno leerte.
Nos leemos.
Publicar un comentario