diciembre 05, 2008

Lejos

Se trata de un tema de confianza. De permanentemente ponerse en el lugar del otro. De imaginar reacciones. De imaginar que alguien puede juzgar aquello que tanto escondes. Por eso lo sigues escondiendo. Te pones un muro de concreto con el que vas caminando. Poco a poco comienzas a olvidarte que ese peso es accesorio, que es un peso impuesto. Lo incorporas a ti. La gente te reconoce pero tu sabes, en el fondo sabes que no ven más allá del concreto. Lo pintaste de colores atrayentes. Le pusiste uno que otro adorno. Se asemeja más a lo humano. Ha logrado su cometido.

Pero de pronto, un (mal?) día, la vida te cuestiona. Te cuestionas. Ves como tu traje va haciéndose permeable. Empiezas a recordar (porque hasta tu lo olvidabas a veces) que toda esa pintura era parte de una puesta en escena en donde siempre salías de pie. Llegó el día en el que empezaste a trastabillar. Ahora que harás? Piensas rápido. Adoptas un camino a seguir. Cambias el muro de concreto por algo menos pensado?

O al fin has decidido desnudarte?

Y así, a pesar de tus intentos… a pesar de todo el empeño que pones, te caes. Solo que esta caída sí tiene un testigo. Alguien que puede ver tu vulnerabilidad. Eso marca un “antes y después”. Te peleas contigo. Por ser tan débil. Por permitirte sentir. Te odias un poco. No te comprendes. El testigo trata de hacerlo, pero sin conocimiento de causa. La causa, la información depende de ti y es algo que, evidentemente, no te permitirás. El otro no comprende, el otro te juzgará. Pero en realidad no es más que un soliloquio. Y lo seguirá siendo mientras ahuyentes a todos los posibles interlocutores. O hasta que llegue aquel que supere tu miedo y se siente, tranquilamente, a escuchar.

Será una cuestión de paciencia? Nunca antes te había pasado esto. El cuestionarte no había sido más que una actividad que se hacía en privado, algo que ni siquiera podía ser nombrado en voz alta. Y si la emoción te desbordaba, retomabas el control con un movimiento rápido, enterrando la cabeza en la almohada y obligándote a dormir.

Ahora no hay palabras. Hay testigos, hay emociones. Hay llanto. Y luego?

Aun está lejos.

9 comentarios:

Lúdica dijo...

luego? perder el miedo a ser tal y como siempre quisiste ser, de sincerarte, de que las emociones que sienten llenen cada aspecto de tu vida ... sin que te dominen.

Es cancion de la winehouse ha sido demasiado para mi día! Es una de las mejores.

rR. dijo...

pierdele el miedo a la vida. amy winehouse rulz.


juajua !

Damian dijo...

bueno, yo lo entendi como q uno le cuesta derribar esas paredes q crea para evitar el sufrir, y cuando lo hace queda expuesta, a todo, es eso o yo me estoy proyectando, jajaja

ta q me has hecho pensar se agradece
ahinosvidrios

Anónimo dijo...

Y luego la vida sigue, o no lo sabes... pasará lo que quieras que pase y lo que la vida quiera que pase.

Nos leemos.

rR. dijo...

que tan lejos el lejos?

no decir dijo...

y es que el miedo, y una, es así.
es lo que hay, no más.
pero también hay buenas canciones, y películas, y libros, y mucho mar. siempre hay algo que te devuelve las ganas de confiar.
aún cuando el día siguiente te averguences y te arrepientas de haber compartido.
ya está.
esa es la gracia, creo.

Artemisia21 dijo...

lo mejor es ser uno mismo, el miedo tambien es bueno aveces, pero solo para protejerte de lo malo ,no siempre, y los que te quieren de verdad son los que te quieren como eres... azuu machu,, eso dije yo??

Daniel Bedrillana La Torre dijo...

..buenas letras ...saludoss..!!!

Daniel Bedrillana La Torre dijo...

..buenas letras ...saludoss..!!!