enero 05, 2010

Qosqo

Mi cábala de año nuevo consistió en un martini de fresa.

Corrección, no fue cábala, fue una especie de rezo.

Mi altar fue un bar a tres mil y pico metros a nivel del mar.

Mi oración un cuento

Y mi día un 4 de enero, después de conocer a Martina y robarle un botón.

3 comentarios:

Un chico de Lima dijo...

vaya... qué tal brujería!

que tengas un excelente año!

P dijo...

así que ahora anda robando botones, srta. antonellab.

Imberbe_Muchacho dijo...

en la altura el trago no se siente SALUD Y FELIZ AÑO!